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Libros de Poesía

"Versos en Fa Menor"

Es mi segundo libro de poemas, y el primero editado por 

autoreseditores.com, que tengo la alegría de presentar para todos mis seguidores.

olas
Jardín Zen con Piedras

2025

Susana

 

Eres:

 

Rayo de luz constante

que brilla en cada escenario.

 

Melodía que envuelve corazones

con tu voz, susurro del alma.

 

Arte que danza en el aire

como ligera brisa, como un bello baile.

 

Ángel de caridad sincera

y tu bondad rio que no conoce sequía.

 

Puente de amor para aquellos que esperan

un abrazo, un regalo, una sonrisa.

 

Manos que ofrecen consuelo

tejiendo esperanzas.

 

Canto que con fe y amor se enreda

hilando melodías que al corazón abrazan.

 

Cuando cantas, el cielo parece abrirse,

las estrellas se inclinar para escucharte

y Dios sonríe al ver convertir tu don

en un reflejo de su amor infinito.

 

Que la música siga siendo tu oración

y al cantar sigas tocando almas

y el amor que entregas al mundo

puro, generoso y lleno de gracia

sea siempre la luz que guía tu camino.  

 

    Suleika

Un suspiro de vida

 

Eras apenas un hálito de vida,
un latido de futuro,
y en tus ojos, tan grandes y sabios,
se acunaba el mundo
en la pureza de tu mirada.

No sabías aún que el tiempo
se trenza entre las manos,
pero tu ser ya era un eco
del amor que te rodeaba,
un canto callado
de promesas y sueños
que el viento nunca olvidaría.

En esa foto, tu cuerpo pequeño
se mecía entre brazos,
y yo, de lejos, en este presente,
te veo como un reflejo
de la ternura que guardo,
como un soplo de esperanza
que un día te haría crecer
y alejarte.

 

Y aunque el tiempo pasara

en alguna parte,
quedará tu imagen
como un pedazo de mí
que jamás se irá.

Tres meses, apenas un destello
en el largo viaje de los años,
y, sin embargo, en tu sonrisa
se hallaba el universo,
el refugio de todas las memorias
que un día recordaremos
con la suavidad del olvido.

Suleika

Remolino de luz

 

Me llevabas en brazos

y el mundo era claro,

difuminado como un sueño

al borde del recuerdo.

 

Yo reía, tú sonreías,

como si el sol aprendido hubiera

de ti su forma de abrazar.

 

Y en ese instante, mami,

el tiempo tejía un lazo

que ni la muerte ha podido desatar.

 

Hoy, cuatro vueltas enteras

ha dado el calendario desde tu partida,

y, sin embargo, estás aquí:

en mi risa,

en la brisa que peina los árboles,

en la calma que dejaste sembrada.

El remolino del tiempo gira,

y en su centro estás tú,

eterna y serena,

como en la foto,

con esa sonrisa que detuvo el mundo

para siempre en mí.

Suleika

Pink Sugar

El remolino del tiempo

 

Cuando el tiempo remolinea

y se enrosca en la tarde silente,

revuelca sombras,

sopla nombres

y me lleva a ti.

 

Allí, donde la infancia tiene tu olor,

donde tus manos eran mundo

y tus ojos refugio.

 

El remolino del tiempo no olvida,

gira y me devuelve tu risa

entre las ramas de los guayacanes,

tu voz que enseñaba justicia

sin levantar la voz.

 

Eras viento firme,

luz en los bordes del miedo,

madre y maestra

de la vida vivida con belleza.

 

Te fuiste un 20 de abril,

pero yo te encuentro

cuando el tiempo se arremolina,

y caen tus lecciones de vida

como hojas doradas

sobre mi memoria viva.

 

        Suleika

Giorgio

 

 

Llegaste como se cruzan

las almas que se buscan:

perdido en un bosque de ausencias,

hallado en el abrazo de un sí.

 

Bajo la lluvia te arropé

de abandonos antiguos,

te hice espacio en mis manos

para que volvieras a soñar.

 

Tu andar de príncipe altivo

llenó de brisa alegre la casa.

y en tu mirada temblorosa

aprendí a quedarme contigo.

 

 Ahora eres viento tibio,

memoria suave en mis pasos.

Aún hoy tu nombre late

en cada silencio que pronuncio,

 

y cada latido tuyo

sigue durmiendo en mi pecho,

como un susurro de amor

que nunca se apaga.   

Suleika

Tan niña y ya sabía decir no

 

 

Apenas estrenaba mis catorce abriles,

cuando tú, con la sombra tibia de los veintitrés,

me tomaste de la mano sin tocarme,

y me llamaste mujer

antes de que el espejo me lo susurrara.

 

Terminaban las clases,

y comenzaban los vuelos de papel.

Tus cartas cruzaban la distancia

como palomas que no sabían volver.

 

En tinta azul me dijiste adiós

sin verme a los ojos.

Decías que era muy niña.

Y quizás lo era.

 

Esa niña supo cerrar el corazón

cuando volviste a buscar el reflejo que habías dejado.

 

Me buscaste cinco años.

Cada regreso tuyo era una estación vencida.

Cada vez que no te abrí la puerta,

me floreció un pétalo más en el pecho.

 

Hoy no guardo rencor.

Sólo una dulce certeza:

que esa muchacha que tú dejaste por niña

era ya mujer cuando se eligió a sí misma.

                                                 Suleika

Guru Ram Das - Singh Kaur
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Este libro obtuvo reconocimiento en el I Festival Internacional “Oiga, Mire, Lea” realizado por la Biblioteca Departamental del Valle del Cauca, el 11 de septiembre de 2015.

 

Presentar en sociedad, este mi  primer  libro, - que germinara lento como la semilla del Samán, - es contarles que las palabras vienen a mí, se sumergen en el océano de mis sueños, anhelos, vivencias y se convierten en versos.

 

La recopilación de mis poemas que hoy están plasmados en este libro, me permite perpetuar la huella de mi paso en este espacio – universo.

 

En este instante, esparzo para ustedes,  el polvo de la luz de mis palabras, para que arriben al puerto de sus almas, anhelando quedarme en éllas.


Suleika

Fragmento prólogo de la Licenciada María Adiela Londoño de Copete

 

 

"Su nombre poético es de origen árabe donde los camellos sueñan con el oasis del amor y su naturaleza emotiva y libre invita a las gaviotas a cruzar mares y destinos.

 

La libertad en sus poemas la cobija reflejando su sentir en cada verso y sus palabras encantan como sílfides tejidas en el lago de su corazón.

 

Cada uno de sus temas fraguan su motivación, por ello día a día se satisface en engendrar de manera creativa su labor de escritora, de compartir su semilla a su familia, compañeras y amigos."

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