Fresquita la memoria II
Este libro no busca cerrar la historia de mi madre. Al contrario: es una forma de abrirla, de dejarla vibrando en el corazón de quienes la conocemos y de quienes, al leerla, la conocerán.
Cada página ha sido una hebra del hilo invisible que nos une, un intento amoroso por nombrarla con la ternura que ella sembró en cada uno de nosotros.
Mi madre sigue aquí.
En la niña que fui. En la mujer que soy. En los que vienen detrás.
Gracias, mami, por haber tejido tanto con tan poco, por haber amado como sólo tú sabías, por haberte quedado en nosotros con esa fuerza callada que todo lo sostiene.

Clepsidra Poética

Parte del Prólogo
Eso de Imaginar un ejemplar, escribirlo, pulirlo, imprimirlo, repartirlo y por último depositarlo en las manos de los amigos es hacer camino a conciencia, alfileteando en las paredes de los días alas de mariposas, batiéndose al margen de las cotidianidades, al vaivén de las simplezas.
Uno, es lo que hace y Suleika es: vida, logro, poesía y canción a flor de vida.
Invito, a entrar al laberinto de estos versos donde podrás descansar de la aflicción causada por el reloj de agua, marcando las horas del fragor de vivir.
orlandorestrepojaramillo
Escritor y poeta
Fresquita la Memoria I
Narrar la vida de mi madre, basándome en su memoria que hasta sus 90 años, mantuvo tan fresca como si cada anécdota recién sucediera, es para mí un privilegio y motivo de orgullo.


Aún hoy tu nombre late
en cada silencio que pronuncio,
y cada latido tuyo
sigue durmiendo en mi pecho,
suave brisa,
suave hogar.

Prólogo
En la calidez de estos versos escritos en Fa Menor se descubren tanto la belleza en el amor como la belleza en el dolor, una constante dicotomía que habita en nuestras vidas. Versos sublimes e inefables que llegan para colarse entre los labios y reposar entre las manos a través de este libro, para, con la sutil familiaridad con que están escritos, expresarnos sentimientos que a diario nos acompañan, esos mismos que en nuestro cotidiano afán no les damos tiempo ni lugar.
Cinco estaciones habitan en este paisaje lírico y en cada una de ellas se encuentra la manifestación más pura del sentir poético de Suleika, estos versos son el vivo reflejo de su ser y su hacer, son el espejo sin mancha de una poeta que en ellos nos entrega el alma, abriéndonos las puertas de un universo de ensueño donde las mariposas vuelan recorriendo el tiempo para construir un hogar en todo aquel que se aventure a recorrer las páginas de este maravilloso libro de poemas.
.Laura OsCam.
Artista Visual, Poeta, Escritora.
Que lío hice
En la casa de los versos
una poeta soñaba
comerse una chocolatina blanca
que en su cartera
muy de mañana depositara.


Un hermoso país
Yo sueño bajo la sombra del samán
que crece en mi Valle del Cauca,
por Un hermoso país
en que la vida sea respetada
y te permitan morir de viejo
bajo el alar de tu casa.
Porque entre aromas de esperanza
llegue pronto la paz para este hermoso país
que es mi patria del alma
Mi bella Colombia.
Suleika

En mis poemas...búscame
Me alzo de mi vientre de seda
esparciendo mis poemas,
búscame en éllos,
allí escondida está mi alma.
Suleika
Él sabor de tus besos
Ése, tu primer beso,
lento, apasionado,
con sabor a canela,
dejó impreso en mi ser
el pulso de tu sangre.
Suleika

Mi sombra
Mi sombra, tu sombra,
nuestras sombras
juguetonas se entrelazan.
Mi sombra
no es mi sombra;
enamorada de tí
tu sombra quiso ser.
Suleika

A ti prendida
A ti prendida voy,
prendida a tus recuerdos,
dulcificada en tus labios,
tatuada en tu piel,
entrelazada en tus sudores.
Suleika


Faltó abrazarte con mis palabras
Te he mirado
con miradas que besan
y besos te piden
y me faltó abrazarte
con mis palabras.
Suleika
Te he regalado
Mis silencios
para que enhebres
palabras de amor.
Suleika


En sepia
Convertiré en ocre – sepia
la distancia de galaxias,
las barbas rucias del samán
y la foto, esa foto
que jamás nos tomamos.
En sepia estoy
color del tiempo pasado,
en sepia está tu amor
tan cercanamente lejano.
Suleika
Gota de agua soy
Gota de agua soy
Beso el suelo como agua fresca y clara,
siento el olor a humedad
verde evaporada,
hay una esperanza….
fulge el arco iris de la alianza,
para que el hombre tome conciencia
de la valía del agua.
Suleika


Aromas de luz
Guarda este poema
en tus paredes con olor a tiempo,
para con la huella de mis pasos
fundirlos por la alquimia del sol
y convertirlos en aromas de luz,
luz de mi alma,
querida iglesia de Guadalupe.
Suleika
Mujer
No lamentes tu suerte,
álzate cual ave ansiosa de volar,
toma conciencia de tu valía,
embriágate de amor
porque el presente te pertenece
perfumando tus tardes de alegría.
Suleika

Amado Samán
Quiero enjugar
el viento de lágrimas
secas de tu alma.
Enredar tus raíces
muy hondo
en mi corazón.
Suleika

Tu piel...mi poema
Mis manos ansiosas
recorriendo tu piel
para convertirla en poema…
en nuestro poema de amor.
Suleika

Paz
La corrupción, la equivocada política, los vicios,
la condescendencia e indiferencia
de los ciudadanos de “bien”
han convertido en tumbas el suelo de mi país,
en las cuales dejamos la mitad de la vida
quienes sobrevivimos a la siega de la muerte.
Suleika


Tus huellas
Tus huellas,
florecen en los pénsiles del tiempo
cual jardín de primavera.
Tus huellas,
tan dulcemente convertidas
en huella de mis huellas,
¡Madre mía!
Suleika
Casa del Virey
Tus columnas, pilares, capiteles,
de adobe, ladrillo y piedra de cantera,
enmarcan amplios corredores,
los frescos patios y jardines
donde se inhala el olor de tu pasado.
Suleika


Al morir el año
Esta noche, al morir el año,
humedeciendo recuerdos deshidratados,
acompañada de alegrías ajenas,
de mi soledad bien vestida,
escribo para que no muera tu recuerdo
¡Amado hermano mío!
Suleika
Entonces...
Entonces...
Con pasos de gato
entré en tu vida.
Entonces..…
Tus silencios fueron
pétalos blancos, perfumes de amor.
Suleika


Paisaje
Sentada, absorta,
la mirada clavada en la distancia,
no observas los multicolores bajeles,
ni el célico horizonte,
las lágrimas atascadas
lloran luto.
Suleika
Brisa que nadie oye
Sentada frente
a un antiguo peinador,
te veo espejo,
me estás mirando,
mirando la que habita en mí.
Entras sin permiso
queriendo reconocer
quien soy,
o quien no soy.
Suleika
